Seguro que a muchos os suena eso de “Mens sana in corpore sano” ; una frase que confirma lo que ya intuíamos: la existencia de una relación directa entre el descanso y la salud, tanto física como mental.
Y es que el descanso hace que veamos las cosas de diferente manera además de otorgarnos la posibilidad de recuperarnos física y mentalmente de un día de agotador esfuerzo. De hecho, son numerosos estudios los que corroboran esta idea en la que el sueño, de forma especial, influye directamente en el rendimiento y, en el caso de los niños, en su rendimiento escolar.
Aunque depende en gran medida del tipo de persona y del tipo de desgaste que realiza, el sueño determina, de alguna manera, su rendimiento personal.
Un niño o joven estudiante que descanse bien –entre 8 y 10 horas- gozará de una mayor agilidad mental, capacidad de concentración y mejor memoria que aquellos que no duermen las horas necesarias por lo que queda demostrada una relación directa entre el descanso y su productividad escolar.
Pero ¿cómo conseguir un buen descanso?. En estos casos se hace esencial, además de dormir las horas necesarias, tener elementos que así lo posibiliten: una cena que ayude a conciliar el sueño, supresión de elementos que inviten al despiste –televisión, smartphone y videojuegos-, un dormitorio acogedor con una luz tenue que ayude a reducir su actividad física y mental y, sobre todo, un colchón y almohada de calidad que aseguren el mejor de los descansos para los más peques de la casa.
Desde vivetucasa.es te recomendamos que tu hij@ al dormir adopte la postura boca arriba, de esta manera se respetan los 15º de curvatura natural de su espina dorsal al mismo tiempo que ninguno de sus órganos se comprime en esta postura. Un colchón firme y un canapé rígido complementaran el dulce descanso de los más pequeños, es una inversión en salud que te ahorrará futuras dolencias crónicas de tu hij@.